martes, 20 de abril de 2010

ECOS de la Historia Bigandense: Capitulo 4



ECOS DE LA HISTORIA BIGANDENSE
CAPITULO IV

“El lugar de unos pocos: breves noticias del Club Unión de Bigand”

Bigand cuenta actualmente con clubes populares, entidades que a través de las múltiples actividades y espacios deportivos, recreativos, culturales y formativos expresan un sentido social pleno, integrando gran cantidad de vecinos. Pero los tiempos de hoy no son los de ayer, la historia cambia y costumbres de antaño se nos muestran extrañas y lejanas.

En los albores de nuestro pueblo, las entidades sociales y deportivas despuntaban en los primeros habitantes bigandenses: entre ellos, se hallaba la incipiente elite local con sus inquietudes de asociación y camaradería, y también de distinción respecto del resto de la comunidad.

El nacimiento del “Club Unión de Bigand” fue una respuesta a aquellas inquietudes. No haremos aquí una historia integral, sólo desarrollaremos algunas consideraciones que pretenden rescatar el espíritu distinguido y elitista de la entidad.

El hoy extinto Club Unión nace el 26 de abril de 1917, según relata el 1º Acta de la institución del Libro de Actas:

“En Bigand, Provincia de Santa Fe, a los veintiséis días del mes de abril, siendo las nueve y treinta p. m., los abajo firmantes, todos vecinos de esta localidad, reunidos en el ‘Hotel San Martín’, con el propósito de unificar ideas sobre la posible constitución de un centro social que fomente el espíritu de asociación y sociabilidad, resuelven proceder a la elección secreta de los miembros que han de constituir la Comisión Directiva que corra con los trabajos tendientes a organizar la nueva sociedad dotando de amplias facultades a la misma para que pueda reglamentar su dirección (…)

Resuélvese que ésta sea compuesta de siete miembros, un presidente, un vicepresidente, un tesorero, un secretario y tres vocales. Verifícase el escrutinio, quedando electos por mayoría de votos los siguientes señores para desempeñar el puesto de:

Presidente Don Manuel González

Vice Esteban Peronja

Tesorero Natalio Tettamanti

Secretario Juan Concina

Vocales José Pedernera

Vocales Emetrio Subirachs

Vocales José Arenas

Quiénes todos aquí presentes, aceptan sus puestos.

Acto seguido denomínase a la nueva sociedad Club Unión.
Establécese como cuota de entrada la suma de veinte pesos mon. nac. y de tres pesos mon. nac. la cuota mensual con la que se termina el acto, siendo las once y diez minutos p.m.”

Así se constituye esta entidad, cuya primera comisión directiva ilustra con claridad a qué segmento de la comunidad aglutinaba. Importantes comerciantes y agricultores, referentes políticos que después fueron presidentes e integrantes de gestiones comunales son algunas de las personalidades que integraban la comisión y frecuentaban este lugar exclusivo de nuestro pueblo.

En las primeras actas los fundadores se dedicaron a definir el sistema de cuotas y la categorización de socios, la búsqueda y el alquiler de local social, convocatoria a asamblea general y armado, lectura y aprobación de los estatutos que regularían el funcionamiento de la entidad.

¿Era fácil ser socio del Club?

En principio el valor de la cuota de ingreso era un filtro importante. Además luego los socios debían abonar una cuota mensual que no todos podían afrontar. La jerarquía se estableció de entrada, había socios activos y socios pasivos; estos últimos, por caso, no tenían voz ni voto en las asambleas, y tampoco podían acceder a ser parte de la comisión directiva.

¿Qué condiciones debían cumplir los vecinos que quisieran formar parte de la institución?

Este extracto del Acta Nº 5, fecha 10 de mayo de 1917, vale más que cualquier comentario:

“…Estatuto del ‘Club Unión’ Bigand:

(...) 2º Para ser admitido como socio del Club Unión se requiere tener más de diez y ocho años de edad, profesión o ocupación honorable, gozar de buena reputación y ser presentado por dos socios que lo sean desde dos meses antes por lo menos.”

Aquí no terminaba el protocolo del vecino que quisiera ser aceptado como socio. Había más gestiones que realizar. Otro segmento del Acta Nº 5 reza claramente:

“(…) 6º La solicitud de ingreso al club se hará por medio de nota firmada dirigida al presidente, en la cual los proponentes aseguren que el propuesto reúne las condiciones requeridas en el artículo 2, debiendo acompañar el importe de la cuota de ingreso y la primera mensualidad, sin cuyos requisitos no será tomada en cuenta. Los nombres del propuesto y proponentes serán fijados en lugar visible durante siete días consecutivos. Los socios proponentes estarán obligados a dar a la C. D. los informes que se le exijan acerca del candidato.

7º Transcurridos los siete días determinados en el artículo anterior el presidente convocará a la Comisión para resolver sobre la admisión de los candidatos o su rechazo.”

La exploración de los archivos del club, específicamente el primer libro de registro de socios de 1917, quizás nos sirva para ilustrar el carácter exclusivo de la entidad. El primer mes los socios eran tan sólo 23 personas, al cual podemos considerar el grupo fundador de la entidad.

A lo largo de los primeros años el Club “Unión” había mantenido casi inalterable su número de socios, contando con unos 40 socios, casi una obviedad decirlo, todos hombres… Si tomamos en cuenta que para esa época, en el distrito los bigandenses ya éramos miles, podemos comprender la “escasa” apertura de la institución. En julio de 1919 se produce una profusa inscripción de nuevos socios pasando a ser 84 los integrantes “del Unión”.

La institución desarrolló una intensa vida social, recreativa y deportiva. El ajedrez, los juegos de naipes, las damas, el dominó, el billar y el casin, los juegos de bochas y hasta las actividades de la cancha de pelota a paleta, entre otras, animaron el espíritu de encuentro y de fervor deportivo de los socios. Tampoco faltaron las veladas, los bailes y las fiestas de gala que sólo podían disfrutar socios e “invitados especiales”. Además, se habilitó una importante biblioteca para los que quisieran disfrutar de la lectura.

Este club propio de los sectores más encumbrados de Bigand, y tan apegado desde la propia conformación de los estatutos, al respeto y acatamiento por las normas de decoro, presencia y moral, no estuvo exento de incidentes y conflictos entre socios, que incluyeron la agresión física y los destrozos de instalaciones. Dichos incidentes aparecen bien documentados en los libros de actas y son parte de la leyenda histórica del Club Unión. Leyendas que merecerán en otra ocasión una reseña especial…


En los archivos de la Comuna encontramos el Acta N 1 del controvertido Club,
clic sobre la imagen y podrás leerla junto a nosotros.




También encontramos el listado de Socios, hace clic sobre la imagen para conocerlos

martes, abril 20, 2010