Bigand, 20 de junio de 2011
Un 27 de febrero de 1812 en tiempos de luchas encarnizadas por la independencia, un general con gran sentido patriótico, vocación de servicio y brillante lucidez intelectual tuvo la osadía de enarbolar una bandera de color blanco y azul celeste, siguiendo el diseño de la escarapela aprobada oficialmente por el triunvirato gobernante, a orillas del Paraná y brindarle juramento junto a los soldados de las baterías “Libertad” e “Independencia”. Fue aquel acontecimiento, un gesto de coraje inédito, la expresión de un sentido de pertenencia y del compromiso con una identidad nacional incipiente entre aquellos hombres que luchaban por un sueño compartido, pero que demandaban el distintivo que los aunara, el símbolo común que les diera fuerza y motivación en aquellos tiempos tan duros. Se trataba de una bandera, de un estandarte creado por el Gral. Belgrano para unificar a los patriotas y distinguirlos de los realistas en el campo de batalla, pero en el fondo simbolizaba el deseo inequívoco de liberación y la determinación fuerte de lograr la independencia del país que entonces se debatía entre la dependencia y la emancipación.
Los años pasaron, y aquella bandera celeste y blanca vivió los avatares contradictorios que atravesaron al país, primero fue negada y desprestigiada, así como su creador por el poder de la época, luego enarbolada, y más tarde reconocida oficialmente por el estado nacional, y revalorizado su gestor como prócer de la patria, hasta ser declarado por el Congreso de la Nación, ya entrado en el siglo XX, el día 20 de junio, fecha de fallecimiento de Manuel Belgrano, como el Día de la Bandera.
Hoy 20 de junio, a casi doscientos años de aquella primera bandera argentina flameando a la vera del Paraná, desde la Comuna de Bigand invitamos a reivindicar con emoción la enseña patria que nos representa y nos identifica, definiendo nuestra hermandad y nuestra historia compartida, pero también a rendir el sentido y merecido homenaje al hombre detrás de la bandera, al guerrero valiente e incansable de la independencia, al pensador de la libertad, la igualdad y la justicia, al hombre de la honestidad y la ética intachable, al luchador incomprendido de su tiempo, de compromisos inquebrantables con sus ideas, con su tierra y con su gente. Hoy 20 de junio, entonces, celebremos el nacimiento de la bandera argentina y, también, celebremos y evoquemos con fuerza la figura de Manuel Belgrano, uno de los grandes hombres de nuestra historia nacional.
