Han
pasado 32 años de la guerra de Malvinas, la más importante y trágica encarada
por nuestro país en el siglo XX, han pasado más de tres décadas y las secuelas
psicológicas, sociales, culturales y políticas del conflicto han calado hondo
en el corazón y la identidad de los argentinos. Antes y después del conflicto
bélico, las Islas Malvinas han representado un eterno reclamo y una expresión
de lucha por la recuperación de un territorio nacional en manos de la potencia
imperial británica.
¿Qué fue la
Guerra de Malvinas? Una empresa disparatada emprendida por un régimen
dictatorial que transitaba los últimos tiempos de gobierno desgastado por la
crítica social y con la pesada carga del ejercicio brutal del terrorismo sobre
las espaldas. Una empresa irracional, que se valió del sincero espíritu
patriótico y la gran solidaridad nacional que abrazó la causa y colaboró de mil
maneras para apoyar a nuestros soldados, y de una maquinaria de comunicación
mediática cómplice, que manipuló información y generó falsas verdades para
legitimar el desarrollo de una guerra con Gran Bretaña, que desde sus orígenes
estaba perdida por distintos motivos: asimetrías armamentísticas y tecnológicas,
de poderío militar, de nivel de profesionalización y número de soldados de cada
ejército, falta de apoyos internacionales importantes (EE.UU, por ejemplo, no
apoyó a nuestro país) y una desastrosa e inoportuna planificación militar, son
sólo algunos.
¿Qué dejó la
Guerra? Por un lado, la muerte de los 649 “caídos” durante el conflicto, y
también de cientos de excombatientes más, a causa de los traumas que dejó la
guerra; y por otro, un largo tiempo de desamparo, olvido y silenciamiento de
“los héroes” de Malvinas y de la “cuestión Malvinas”, por buena parte de la
sociedad y el estado, que fue llamado “desmalvinización”, y que en los últimos
años, gracias al accionar de las organizaciones de excombatientes y veteranos,
una mayor conciencia social y el rol del estado, se ha revertido de cierta
forma.
¿Es justa la
Causa Malvinas? Si, y por varias razones: geográficas, las Islas Malvinas,
Georgias del Sur y Sándwich del Sur, forman parte de la plataforma continental
nacional; históricas, durante el período colonial, fueron parte de la Corona
Española y las heredamos, tras la independencia patria en 1816, hasta la
usurpación británica en 1833; diplomáticos y jurídicos, desde entonces, la
Argentina jamás renunció a sus derechos soberanos hasta hoy, y además, contó
con el apoyo de organismos internacionales como la ONU.
Desde la
Comuna de Bigand nos adherirnos al lema que reza “Las Malvinas fueron, son y
serán argentinas”, ya que no constituye un mero slogan vacío y patriotero, por
el contrario, encierra causas históricas y geopolíticas, sentimientos
nacionales e identidad soberana, todas banderas que deben seguir impulsando el
reclamo por la vía diplomática, pacífica, aunque enérgica, de un pedazo de
nuestra nación. Por la memoria de aquellos que participaron de una guerra cruel,
aunque por una causa noble y justa, y por la soberanía de un territorio que nos
pertenece y que expresa el colonialismo imperial, queremos sumarnos a las conmemoraciones
en este 32º aniversario de la Guerra de Malvinas, y además, informar que, como
un simbólico homenaje, será colocado en el monumento de las Islas Malvinas,
erigido en Plaza “San Martín”, una ofrenda floral para recordar este hecho
emblemático de nuestra historia.